lunes, 19 de marzo de 2007

Un dìa normal

Hoy un día normal, nada que hacer o quizás solo mucha flojera para hacerlo, veo la gente pasar y trato de adivinar como son sus vidas… aunque aquí muchas “parecen parecidas”, el obrero luchando día a día por sacar adelante a su familia, matándose trabajando para ganar un poco de dinero para comer… o beber.

Las personas frustradas con sus vidas… o ya tan conformes con ellas que las esperanzas de sobresalir se apagan.
Me limito a ver a los niños de caritas sucias, ropa percudida y con el brillo de sus ojos casi extinto…
Viviendo en un mundo de adultos, donde sus juegos, ilusiones y proyectos se ven frustrados por la falta de dinero…

¿Es de verdad tan importante?

Viví mucho tiempo sin tener grandes cosas, viviendo únicamente con lo necesario, el comprar o querer darme un gusto tenía que planearse con mínimo 15 días de anticipación y todo estaba regido por un presupuesto no mayor a los $200.00
Hoy puedo comprar casi todo, en el momento y me doy y le doy a mi hija el pequeño gran gusto de comprar lo que queremos, pero no me siento del todo feliz… ahora solo tengo menos preocupaciones económicas y hasta parece que me dedico a buscarle más manchitas a mi vida y más peros a mis sueños.

¿En verdad existe felicidad completa?

Si no es dinero, es amor, metas o familia lo que hace falta, entre otras cosas. No estamos a gusto con lo que somos, esta bien querer ser mejor, pero ¿Qué pasa cuando no somos lo que queremos ser? Vivimos en la lucha continua y desgastante por sobre salir y alcanzar la perfección inexistente.
Nos sentimos a disgusto con nuestro cuerpo, nos llenamos de complejos y estereotipos pasajeros, pero que en el momento nos parecen lo máximo y la meta y modelo de belleza y perfección. No tenemos idea de lo que eso significa.
Para cada persona sus complejos, traumas y problemas le parecen los más grandes y difíciles del mundo, cuando las soluciones más simples se tornan tan inalcanzables e imposibles.

¿Por qué no simplemente ser nosotros mismos? (esta es una de esas soluciones tan simples)

A final de cuentas nadie estará a gusto con lo que somos, porque preocuparnos tanto por lo que digan si ahí esta nuestro pequeño paso para alcanzar la realización… la felicidad no existe como tal, se traduce en independencia, logros, realización familiar, personal, sentimental y laboral… y ahora que creo haber alcanzado todo no me siento a gusto…

Es la tendencia por buscar siempre más aun teniendo todo lo necesario y aun más de lo que pude necesitar, que no es mala, pero tampoco es sana cuando se vuelve una obsesión.

No hay comentarios.: